Durante el día puedes parar, observar, leer, meditar… y en SerraRica tenemos los espacios más adecuados para hacerlo. En otoño, el comedor y el salón son dos dependencias amplias y tranquilas para pasar un buen rato. Los libros acercan al conocimiento y a la reflexión y son excelentes compañeros de viaje para alejarse de la inmediatez.
Cuando llega el invierno, disponemos de un espacio mágico alrededor de la chimenea. Una estancia para vivir y para compartir. En este rincón, la conversación fluye sola, las miradas cómplices tienen mucha fuerza y las sonrisas se contagian.
Durante la primavera y el verano, los espacios exteriores triunfan. Terrazas, porches y rincones del jardín que transmiten paz y permiten mirar hacia adentro.